jueves, 24 de mayo de 2012

DESDE LA ALFOMBRA ROJA

Sol de Margarita, Porlamar, 23 de Mayo de 2012
Actualidad pedagógica
La lucha de clases
Javier Antonio Vivas Santana

Pretender dar respuesta a los fenómenos políticos, sociales, económicos, religiosos y culturales del siglo XXI, recomponiendo la etiología de la primera y segunda guerra mundial. Analizar los más importantes signos de resistencia civil y política llevados a cabo por Mahatma Gandhi o Nelson Mandela en India o Suráfrica. Descifrar el porqué de los sucesos de Tiananmen (China) o la caída del Muro de Berlín (Alemania), ambos en 1989. Tratar de comprender los hechos por una dominación ideológica entre terroristas y el imperio norteamericano un 11 de septiembre de 2001, y sus ulteriores justificaciones invasoras.

Ante tales circunstancias, siempre se nos dice que éstas marcan un antes y un después, un inicio y  un fin, un nacimiento o una muerte. Ahora bien, abordar estos hechos entre consignas y acciones de sistemas dominantes,  implica la ruptura de filosofías que no han sido capaces en contener deletéreos pensamientos políticos, envueltos por una agobiante lucha de contrapoderes, los cuales en el medio de la más absoluta proliferación de armas nucleares, bacteriológicas y tecnológicas, pareciera que tienen como único propósito, la dominación de los pensamientos (in)humanos, el control por el despilfarro de las fuentes energéticas, así como el agotamiento y contaminación de los recursos naturales. Y mientras todo ello ocurre, tenemos una sociedad rancia y degradada que sólo se mueve por una pecaminosa (de) construcción de un mensaje religioso, aún más putrefacto (así lo ha demostrado la propia historia) en sus estructuras cardenalicias o pastorales. La moral y ética fueron enterradas por una controvertida educación, la cual en simbiosis con una insondable ruina económica y social de los pueblos, ha sido el principal resultado de una modernidad la cual a pesar de estar infectada en su sincronía por el Averno y hundida en su diacronía por el Hades, va en contracorriente a lo que siempre nos han dicho; porque aunque pareciera que nos encontramos en el Apocalipsis de una aberrante post-globalización capitalista, quiénes pueden contradecir que esta resucita como Génesis hegemónica para el dominio comunicacional, educativo y cultural de las sociedades contemporáneas.

Por ello, al revisar los espacios de la llamada “sociedad civil”, que según nuestra perspectiva evoluciona desde que Gramsci en sus Escritos Políticos comienza por denominar pequeña burguesía, y la forma de cómo ésta clase se va apoderando del Estado de manera inútil, de forma parasitaria en aquella Italia pre y post-fascista del siglo XX. En tal sentido,  Bruner (1995) llama a esa organización macondismo, cuando éste critica a Habermas sobre su posición en tal sociedad civil, quien buscaría su “modernidad” atada por ese costumbrismo de aplacar la lucha de clases; aunque habría que advertir, que tal concepción, debido al impacto tecnológico, la lucha de clases ya no sólo responde por una condición de toma del Estado o el poder, sino de quien domine las telecomunicaciones para tales espacios. Allí está la supervivencia de esta agotada “modernidad”. La lucha de clases tiene que romper el vacío de éstas en su relación con el ser. No podemos seguir anclados en una visión eurocéntrica del siglo XVIII,  ni marxista del XIX o capitalista del XX; y menos desconociendo la estética como fuente de ese mismo ser. Por ello tales visiones deben ser abolidas filosóficamente, y volver a los sentimientos como esencia de los hechos que marcarán el encuentro de otras formas de pensamiento.



Nota LB:

Muy bien, pero ¿cómo interpretar la lucha de clases en el caso venezolano, evidenciándola? ¿El régimen actual no es su resultado, luego cuál es la clase dirigente? Recurrente la invocación de la lucha, pero escasa o nula su explicación. ¿Marxismo panfletario y de ocasión?....

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